He trobat molt interessant aquesta notícia del periòdico sobre l'educació infantil. Parla de la feina dels mestres en l'etapa d'educació infantil, la valora ja que molta gent no ho fa. Penso que la tasca d'un mestre és molt important no és nomès estar "cuidant uns nens" mentre els seus pares no poden. L'etapa a l'escola d'educació infantil és la més important. És quan els més petits comencen aprendre moltes coses i el mestre els ha d'educar i ensenyar donant-lis unes bases, uns valors i unes actituds per a la seva formació.
"Los niños menores de 3 años también saben aprender. Saben utilizar su inteligencia, se desarrollan mediante aprendizajes que en un jardín de infancia les proporcionan los educadores a través de actividades bien meditadas y programadas. Este trabajo no es fácil; requiere esfuerzo y una gran responsabilidad. Pero la profesión de educador infantil está mal valorada. Mucha gente cree que la tarea consiste exclusivamente en cuidar de unos niños cuyos padres no pueden atender por la poca conciliación entre empleo y familia. Además, los sueldos son inferiores a 800 euros al mes. A ello hay que sumar jornadas laborales inacabables. La poca consideración y un salario tan humillante hacen pensar en un enorme fraude.La situación del educador infantil refleja lo poco que importa la enseñanza en España, sobre todo si hablamos de niños menores de 3 años, los cuales parecen no existir por la escasa atención que reciben. Atención en cuanto a calidad de las guarderías, ya que en ellas trabajan personas que han estudiado con ilusión y ahora se tienen que enfrentar a un empleo duro cuyo sueldo las pone en una coyuntura económica difícil. Los educadores infantiles no podemos seguir consintiendo esto por más tiempo. No podemos consentir ser tratados como simples canguros. No podemos consentir unos sueldos que no nos permiten vivir. No podemos consentir más decretos que perjudican la educación de los hijos en la etapa más importante de su vida. No podemos consentir más esta explotación. La vocación no nos da de comer; nuestra profesión merece un sueldo proporcionado y justo, y un mayor reconocimiento. No queremos conformarnos con sobrevivir. Queremos vivir."
"Los niños menores de 3 años también saben aprender. Saben utilizar su inteligencia, se desarrollan mediante aprendizajes que en un jardín de infancia les proporcionan los educadores a través de actividades bien meditadas y programadas. Este trabajo no es fácil; requiere esfuerzo y una gran responsabilidad. Pero la profesión de educador infantil está mal valorada. Mucha gente cree que la tarea consiste exclusivamente en cuidar de unos niños cuyos padres no pueden atender por la poca conciliación entre empleo y familia. Además, los sueldos son inferiores a 800 euros al mes. A ello hay que sumar jornadas laborales inacabables. La poca consideración y un salario tan humillante hacen pensar en un enorme fraude.La situación del educador infantil refleja lo poco que importa la enseñanza en España, sobre todo si hablamos de niños menores de 3 años, los cuales parecen no existir por la escasa atención que reciben. Atención en cuanto a calidad de las guarderías, ya que en ellas trabajan personas que han estudiado con ilusión y ahora se tienen que enfrentar a un empleo duro cuyo sueldo las pone en una coyuntura económica difícil. Los educadores infantiles no podemos seguir consintiendo esto por más tiempo. No podemos consentir ser tratados como simples canguros. No podemos consentir unos sueldos que no nos permiten vivir. No podemos consentir más decretos que perjudican la educación de los hijos en la etapa más importante de su vida. No podemos consentir más esta explotación. La vocación no nos da de comer; nuestra profesión merece un sueldo proporcionado y justo, y un mayor reconocimiento. No queremos conformarnos con sobrevivir. Queremos vivir."
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